la invención de la escritura se debe a los pueblos mesopotámicos, quienes en el tercer milenio antes de Cristo pasaron de una primera etapa pictográfica e ideográfica a un sistema de puntos y signos impresos sobre arcilla. Para grabar sobre las tablillas de arcilla usaban un estilo de caña especie de punzón, que al presionarse dibujaba signos con la apariencia de cuñas, de ahí el nombre de cuneiforme con que se los conoce. El desciframiento de la escritura cuneiforme se inició a principios del siglo XIX. Hecho que permitió reconstruir la cultura de esta civilización. Para ellos las divinidades eran concebidas como seres inmortales y todopoderosos. Cada ciudad rendía culto a un dios protector: Sin (la luna); Shamash (el sol); Enlil (el aire). También desarrollaron creencias de ultratumba. Creían en la supervivencia del alma después de la muerte. La adivinación constituyó una parte importante de sus creencias. Sacerdotes especiales creían ver en las vísceras de animales sacrificados premoniciones y mensajes de la voluntad divina. Las principales expresiones arquitectónicas se reflejaron en la construcción de templos y palacios. Las construcciones fueron hechas de ladrillos. La escultura fue un arte muy desarrollado. También se encontraron testimonios de contratos, actas de matrimonio, ejercicios de escuela, reglamentos, códigos legislativos.
