Editorial Cientifica
Resúmen | Introducción| Metodología | Ubicacion en contexto | Etapa Artesanal | Analisis y discucion | Conclusiones

Nuevas transformaciones se reconocen en esta cita de Vitruvius: “el minio es un mineral. Durante una excavación, esto vierte lágrimas de mercurio el cual los mineros colectan y salvan. Las masas de minerales tomadas desde la mina están llenas de humedad que son arrojadas en un horno en el laboratorio para secarlas y los gases son liberados de ellas, por el calor del fuego instalado en el piso del horno, dejan el argentum vivum. Cuando los trozos de mineral son quitados, las gotas que permanecen son tan pequeñas que no pueden ser reunidas, pero son barridas en un recipiente de agua, y ahí se derriten y se combinan en una”(33). No hay dudas que estas expresiones están referidas a la obtención de mercurio metálico a partir de cinabrio (Tabla N°1), asimismo es evidente que cuando se menciona que “Las masas de minerales...están llenas de humedad”... se está haciendo hincapié en el aspecto que presenta el cinabrio cuando se encuentra en estado natural; como es sabido por el hecho de estar asociado a terrenos hidrotermales es razonable que se sintiera la necesidad de secar el mineral con lo cual y como consecuencia se originaban gases, dos de los cuales son sin duda vapor de agua y dióxido de azufre. Este último afirmado desde la reacción de obtención que actualmente representamos así:
HgS + O2  Hg + SO2.

Además es lógico pensar que el mineral no sólo se lo secaba sino que también debió haber sido molido hasta un cierto tamaño, considerando que luego se lo colocaría en un horno, que normalmente dispone solo de un determinado espacio. Cuando se expresa ...”por el calor del fuego instalado...dejan el argentum vivum”...; se está haciendo mención a que se habría obtenido mercurio. Esto lleva a pensar que una limitada tostación de alguna manera había ocurrido, transformación que desde la visión actual cobra un mayor significado si se considera que para que tenga lugar dicho proceso requiere haber alcanzado una temperatura superior a los 356,9°C, punto de ebullición del mercurio. No existen datos sin embargo que permitan apreciar cual era el combustible usado, hecho que no permite por lo tanto hacer otras inferencias respecto a la contribución energética a la que se apelaba. Lo que si resulta claro y familiar es la apariencia con la que se muestra el mercurio obtenido, y al que después aprovechando su insolubilidad en agua se reúne en una sola gota. Es importante, además, señalar en la cita dos términos que figuran al final de la misma: “derriten” y “combinan”, los cuales se utilizan en el texto sin que su significado implique los procesos de fusión y combinación tal como los conocemos. Otros procesos comprometidos en esta obtención son los relacionados con el almacenamiento del mercurio. Como no hay información al respecto queda la duda si en este sentido se recurría al método empleado en Almaden o en Idria que eran los más usuales.
Como ya se había mencionado Vitruvius era un arquitecto romano; no es por azar entonces que estuviera interesado en las sustancias y sus aplicaciones, sobre todo en lo que respecta a las empleadas como materiales de construcción, involucrando procesos que son universalmente reconocidos como muy remotos. En este sentido Vitruvius menciona que: “La caliza para mortero o cemento debía ser calentada desde la roca dura que la contenía, después informa que mezclando tres partes de arena con una de cal esta mezcla podía usarse en construcción y que si se usaba arena de río o de mar entonces la mezcla era de 2 partes de arena por una de cal La roca pierde alrededor de 1/3 de peso por su calentamiento”(34). Sin dudas el proceso comienza con el calentamiento de la piedra caliza (CaCO3) materia prima esencial de donde se obtiene la cal. Sabiendo que para producir argamasa o mortero se requiere mezclar lechada de cal con arena la información acerca de la composición de las mezclas citadas es distinta si comparamos una con otra y hasta en apariencia contradictoria. Lo que ocurre es que cuando la arena es húmeda (río y mar) ocupa más espacio, y contiene menos arena. La arena seca, en cambio, se usaba en cantidad mayor. Podemos suponer que se empleaban recipientes como baldes, u otros, para medir las cantidades nombradas. Se ponen en juego, por lo tanto, en este proceso mediciones, relaciones cuantitativas y no todas al azar, lo que se evidencia al considerar la expresión de Vitruvius cuando dice: ...”La roca pierde alrededor de 1/3 de su peso por su calentamiento”. Esta es tal vez la primera mención explícita y clara en relación con procesos de medición implicados en las reacciones que se producían. Es posible que Vitruvius hubiera explicado esta pérdida tomando como base las ideas prevalecientes en su tiempo indicando que en realidad la pérdida de peso era debido al desprendimiento de agua y calor, lo que es consecuente con la esencia de la teoría aristoteliana, también puede inferirse a la luz de las ideas que van a aparecer posteriormente que es este ejemplo el fermento que permitirá cultivar más adelante la teoría del flogisto. Sin embargo si consideramos la reacción química que corresponde al proceso descrito:

CaCO3  CaO + CO2
y, si además suponemos que la cal obtenida hubiese estado formada por calcio y oxígeno sin ninguna impureza, la pérdida debería ser de un 44% de la masa total, correspondiente a la fracción de dióxido de carbono desprendida durante la descomposición del carbonato de calcio. Podemos decir entonces que a pesar de la distancia, bastante grande, con el 33% de Vitruvius, no puede desconocerse las limitaciones indudables de los sistemas de medición empleados en aquella época.
Otro material de construcción conocido y descrito por Vitruvius es el cemento conocido como puzzolánico al que hace referencia diciendo: “Hay también una clase de polvo el cual por causas naturales produce resultados asombrosos. Esto se encuentra en la región que pertenece a las ciudades alrededor del Monte Vesubio. Esta sustancia, cuando está mezclada con cal y cascotes, no sólo dan fuerza, resistencia, a las estructuras de otros tipos, pero aún cuando los pilares se construyen de esto en el mar, estos se solidifican debajo del agua”(35). En este escrito se hace referencia al cemento que se llamó antiguamente opus caementacium, posiblemente fue un cemento de cal grasa según evidencias de antiguos hornos encontrados en descubrimientos arqueológicos. El hecho de que se lo encontrara en los alrededores del Monte Vesubio, zona volcánica, coincide con datos que indican que los romanos frecuentemente mezclaban el cemento con rocas volcánicas y ladrillos fragmentados; estos últimos se corresponderían con los cascotes a que se hace referencia en la cita. Las ideas que se relacionan con la fuerza y resistencia de las estructuras obtenidas indican la propiedad de fraguar que tiene el cemento y que si además esta resistencia se logra aún en agua de mar puede deberse, como dice Mellor, a que se trate de un cemento aluminoso, ya que se conoce que la alúmina proporciona al cemento las propiedades de endurecimiento rápido y resistencia al agua de mar.
Si avanzamos con la consideración de estos tipos de materiales, nos encontramos con que el yeso de París fue familiar a Theophrastus, lo que se evidencia cuando dice: “La roca de la cual el gypsum fue fabricado por calentamiento es el alabastro”(36). Se lo menciona como un cemento para paredes. Podemos decir al respecto que químicamente gypsum y alabastro se corresponden con la composición CaSO4.2H2O, y que tal cual aparece en la cita no se desprende que esto haya sido considerado de la misma manera ya que se distingue al alabastro del gypsum cuando se dice que: calentando el gypsum se obtiene el alabastro, cuando en realidad la diferencia es solo en el aspecto de ambas sustancias y no en su composición. Esto puede explicarse si se supone que lo que ocurría es que calentaban el gypsum a una temperatura no superior a 125°C, aproximadamente, para lograr la pérdida de al menos ¾ de agua y así obtener yeso cocido o yeso mate. La interpretación química de este proceso es:
2CaSO4. 2H2O  (CaSO4)2.H2O + H2O.

Este hemihidrato se usa para estucar y enlucir paredes, hacer moldes de estatua, monedas, etc.
El proceso de destilación fue utilizado en más de una oportunidad como una transformación necesaria para obtener diversos productos, como por ejemplo, cosméticos, vino, cerveza, entre otros de variadas aplicaciones. Esto se evidencia tanto desde escritos como desde ilustraciones. En este sentido podemos citar ilustraciones que se encuentran en la Biblioteca
Nacional de Paris, las que fueron recogidas desde un manuscrito de Zósimos y que se ponen a consideración:

En estas figuras, como se puede advertir, se observan marcadas semejanzas con los aparatos actuales de destilación, y lleva a considerar, además, que sobre esta base se produjo una evolución en los mismos a través del tiempo hasta llegar a los aparatos que actualmente utilizamos para destilar. Así, por ejemplo, en la figura C, se observa que el recipiente empleado es muy parecido a los actuales balones de destilación, el que está apoyado aparentemente en un elemento que bien podría ser una tela metálica actualmente; el recipiente de recolección parece estar cerrado con una pinza, similar a la pinza de Mohr, lo que también se observa en la figura B. En la figura D, y en la F, se refleja la imagen de lo que bien podría ser un trípode. En la figura E se observa una forma familiar en el recipiente, que podría ser un balón o un matraz erlenmeyer y en su extremo parece haber un embudo, todo este sistema se muestra en un aparato que tiene la forma aproximada de lo que actualmente es un soporte.
Respecto a la evidencia escrita antes mencionada, podemos decir que el método de destilación fue usado a partir de madera subituminosa produciéndose una combustión parcial; la recuperación de brea desde árboles resinosos fue también realizada haciendo incisiones en el árbol y coleccionando la brea que se iba acumulando, por un proceso similar al de calentamiento de carbono. Este es un proceso interesante descrito por Theophrastus como sigue: “habiendo preparado una porción de tierra llana, lisa, la cual ellos colocan con un grado de inclinación para extenderse hacia el medio y habiéndolo hecho uniforme, ellos limpian los troncos y los ubican en un orden como aquel de los carboneros, excepto que no hay un foso, pero los leños son ubicados en forma vertical uno contra otro, de modo tal que la pila crezca en altura, de acuerdo al número usado. Y ellos dicen que la construcción está completa cuando la pila es de 180 codos en circunferencia y 50 o cuando más 60 en altura o de nuevo cuando tiene 100 en altura, si la madera resulta ser rica en inclinación. Habiendo luego de esta manera acomodado la pila y habiendo cubierto con madera, ellos tiran la tierra y lo cubren completamente, de esta manera el fuego no puede de ningún modo verse, ya que si esto sucede, la pila se arruina. Luego encienden la pila donde el pasaje se dejo y luego habiendo llenado aquella parte también con madera y apilado con tierra, montan una escalera y ven donde quiera que vean el humo empujando su camino y mantienen apilados en la tierra, de modo que el fuego no puede verse. Y un conducto se prepara para la elevación a través de la pila, de modo que pueda desembocar en un pozo de cerca de 15 codos, para mejorar la fluidez de la elevación. La pila arde cerca de dos días y dos noches. En el segundo día antes del amanecer, esta ha sido quemada y ha caído; esto ocurre si la inclinación no está fluyendo. Todo este tiempo ellos vigilan y no van a descansar, en caso de que el fuego sobreviviera; y ofrecen sacrificios y celebran, rogando que la brea pueda ser abundante y bueno. Esta es la forma en la cual las personas de Macedonia hacen brea con fuego”(37). Como aquí está expresado evidentemente se reconoce la existencia del método tradicional de las carboneras para obtener carbón de leña estableciendo las diferencias entre uno y otro procedimiento. Existe una coincidencia con lo que se obtiene actualmente, “un líquido rojo oscuro” -brea-. Se supone que se trata de una pirolisis o destilación destructiva y en función de como se describe el producto obtenido, los árboles eran coníferas o leguminosas. Apelaban a un método más sofisticado que al simple y tradicional consistente en el sangrado del árbol mediante una incisión a fin de lograr que la planta exude. Se supone además que eran tres tipos de productos los obtenidos: sólidos, al finalizar la combustión; líquido, la brea y gaseosos los que se desprendían y no había interés por recogerlos. Sin duda alguna el rendimiento de la cantidad de brea obtenido no era el óptimo debido a la posición en que disponían los troncos. Se advierte en la cita un ritual religioso que acompaña este proceso de obtención.
En conexión con la recuperación de ciertos aceites provenientes de brea, Dioscorides describe un proceso de destilación: “El recipiente en el cual el calentamiento tiene lugar tiene lana aglomerada en el cuello o parte superior por encima del líquido en ebullición y el aceite destilado condensaba en esta lana, el que se obtenía removiendo o estrujándolo luego y recogiendo el aceite”(38). Se puede advertir en este escrito que el material empleado en los procesos de destilación se condice con las formas que aparecen en la Figura I. La presencia de la lana tiene sentido ya que se empleaba como absorbente, que, a deducir por la posición ocupada era quien retenía los vapores condensados del aceite obtenido. También se pone de manifiesto un conocimiento sobre el fenómeno de ebullición y la consiguiente formación de vapores condensables.
En relación con la producción de transformaciones aparece ligada a la intuición la necesidad de regular la temperatura utilizada. En este sentido, Theophrastus nos comunica la primera noticia en literatura de la aplicación del principio del baño de agua (baño María). Al respecto él dice: ”pero en todos los casos, la cocina, si para producir la cualidad astringente o para hacer saber el propio olor se realiza en vasijas con agua y no en contacto con el fuego, la razón es que el calor debe ser suave y podrá haber gasto considerable si esto estuviera en contacto real con la llama, y luego el perfume podría oler a quemado”(39). Esta información nos proporciona datos acerca de los cuidados que tenían con respecto al calentamiento de las sustancias, ya que en este pasaje, sin duda, se hace referencia al baño de agua, la importancia de esto radica en notar cómo ellos desde aquellas épocas conocían que el efecto de calentar a fuego directo o indirecto cambiaba la calidad del producto obtenido y de esta forma evitaban la rancidez del producto obtenido, es decir del perfume. El hecho de usar agua y no otra sustancia puede ser un indicador de que tenían conocimiento acerca de las propiedades del agua, sobre todo en lo que respecta al punto de ebullición, aún cuando no tuvieran instrumentos para medirlo. Si se mantiene esta suposición, se puede inferir que además conocían de alguna manera que las sustancias que estaban calentando hervían a una temperatura superior al agua, ya que es conocido que en la elección de la sustancia que se emplea para baño María este dato es indispensable.
Los jabones fueron producidos por calentamiento de grasas de plantas y animales y de aceites con soluciones alcalinas. A este respecto Theophrastus dice: “Se preparaban por lixiviación de cenizas de leña quemada a la cual se le agregaba agua bajo la forma de una solución diluida de potasa (K2CO3) y soda (Na2CO3). La solución fue calentada y los aceites y grasas se separaban de la grasa disuelta y formaban una solución diluida de jabón que podía ser usada para limpiar y remover grasa”(40). Esto implicaba un proceso complicado que no podía ser realizado en una sola etapa, la mezcla de agua con ceniza así utilizada tenía sentido como tal ya que contenía álcali con efecto disolvente. “Las soluciones obtenidas eran untuosas por la reacción de los álcalis con alguna de las grasas”(41). En realidad esto debería haber sucedido por la presencia de exceso de álcali lo que indica la casualidad de las proporciones participantes de las sustancias involucradas. El proceso de obtención del jabón tal como figura en la cita se lo realiza en la actualidad de la forma en que se representa a continuación:

grasa + Na(OH)  glicerina + sales de ácidos grasos (jabón)
Las bebidas fermentadas también fueron conocidas desde épocas muy tempranas. Es pertinente recordar que apelaban con cierta frecuencia a procesos de fermentación (25). Algunos escritos antiguos hacen referencia que la cerveza fue la bebida preferida. Sin embargo es por todos conocido que el vinagre y el vino ya estuvieron presentes también en esta época. La Biblia repetidamente menciona el vinagre, el vino y la embriaguez, por ejemplo, cuando dice: ...”ni tú ni tus hijos beberán vino o cualquier otra bebida que pueda embriagar...”(42). Esto da indicios acerca de que además de producir un proceso de fermentación debía producirse la destilación aún de manera rudimentaria con todas las transformaciones que ello implica.

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