No es fácil poner en palabras la relevancia social y científica que se explora, se busca con este número VII en nuestra Revista A Intervenir. Digo nuestra porque alberga las voces y registra las huellas que va dejando el Trabajo Social con su intervención a nivel territorial en el nuevo contexto latinoamericano. Territorio entendido desde distintas lecturas posibles, pero pensado en relación al Trabajo Social en un contexto donde los procesos cobran su complejidad y que no podemos dejar de leerlos desde alguna opción ético-político-teórica-epistemológica y metodológica, reconociendo que todo punto de vista imprimirá un sentido particular a nuestras intervenciones. Construir un espacio colectivo que nos lleva a recuperar la palabra en consonancia con la acción, pensar, re-pensar el territorio como un espacio simbólico de relaciones entre actores, de luchas y disputas es recuperar el movimiento, la dialéctica que el conocimiento positivo silencia. En este marco, revisar de manera crítica cuales son los locus de nuestras intervenciones es comenzar a interpelar nuestras prácticas, hacer ruptura con lo obvio, ya es todo un signo de crecimiento y emancipación de nuestro colectivo profesional.Esto nos coloca en el desafío de creer que la generación de este tipo de espacios de recuperación de la palabra escrita sobre las experiencias territoriales del Trabajo Social inaugura la posibilidad de que el afuera entre a nuestros espacios académicos y nosotros estemos dispuestos a vivir la maravillosa experiencia de interactuar con los otros, con el distinto, el diferente. En otras palabras que los actores territoriales entren a la Universidades la única posibilidad de crecimiento y enriquecimiento de los procesos de formación académica y profesional.